Entrevista a Carlos de la Cruz: Sexualidad y diversidad funcional

   


Hace algún tiempo alguien me pasó un enlace acompañado de un "mira, una webinar gratuita sobre educación sexual y neurodiversidad, lo que necesitamos". 

Para ubicar a los nuevos y nuevas curiosas que pasean por el blog debo señalar que soy maestra de audición y lenguaje y pedagogía terapéutica, y además una friki obsesiva de mi profesión.

Sí, cuando estás viendo una película a la par que creando un material o preparando una clase un sábado noche creo que ya estás rondando la obsesión.

El caso es que en esa webinar que por supuesto vimos, era gratis y tenía pintaza, descubrí a un sabio muy sabio nada petulante, cosa rara en el sector de los saberes. Descubrí a un gran comunicador que además hacía y hace divulgación de un tema bastante olvidado en los centros educativos, la educación sexual. Pero no una educación sexual cualquiera, se trataba de una educación sexual enfocada en las personas con diversidad funcional. Si ya era raro hablar de educación sexual imaginaros de educación sexual y neurodiversidad. El descubrimiento no pudo ser mejor.

Me pasé toda la webinar tomando notas sin pestañear. Parecía que había vuelto a la universidad. Era una información tan práctica e interesante que creé dos presentaciones con genially bastante ilustrativas para educadores y familias. 

Genially "La sexualidad se educa. Del tabú a la tarea"

Genially "Masturbación, parejas,... ¿y qué más?"


Pero ahí no quedó la cosa. Carlos y su discurso, porque no lo había dicho pero el ponente se llamaba Carlos de la Cruz, dejaron tal huella en mi subconsciente que me pareció un crimen no tratar la sexualidad en clase. 

Lo sé, estaréis pensando que mi clase se convirtió en una orgía salvaje y que seguro que en dos meses me echaron de la profesión. Pues ya os voy diciendo que no. La sexualidad resultó ser mucho más. La sexualidad es quererse y aceptarse, es conocerse, es saber relacionarse, es tener autocontrol y saber cuando está bien hacer algo en público o cuando se debe hacer en la intimidad, es de hecho tener intimidad, es respeto, es igualdad,... es muchas cosas más allá del coito o la masturbación. Es parte de todos nosotros y nosotras, una parte que no podemos silenciar, igual que no podemos ignorar la importancia de aprender a no cruzar en rojo (está comparativa también es de Carlos, no mía).

Dicho esto no conozco a nadie mejor para aclarar y explicar esta cuestión que Carlos de la Cruz, al que agradezco enormemente sus palabras y, sobre todo, el tiempo invertido en ellas.


Entrevista a Carlos de la Cruz

Dir Honorífico Máster Sexología UCJC

Asociación Sexualidad y Discapacidad

Patrono FUNDADEPS

Asesor Plena inclusión



¿Qué abarca la sexualidad? 


Todavía hoy, con demasiada frecuencia se confunde sexualidad con tener relaciones sexuales. Y consecuentemente educación sexual con educar en torno a las relaciones sexuales: qué son, cómo se produce la reproducción, cómo prevenir embarazos o infecciones, etc.


Sin embargo, y yo creo que ya no debería ser noticia, la sexualidad tiene que ver al menos con tres registros:

  • Cómo somos: anatomía y fisiología, genitales y cuerpo, fisiología de la reproducción y del placer, el desarrollo. Cómo somos de iguales y de diferentes… 

  • Cómo nos vivimos. Respecto a la identidad, hombre, mujer, o persona no binaria y en cada caso con sus matices y peculiaridades, así como respecto a la orientación del deseo,  preferentemente heterosexual, homosexual, bisexual o asexual. Evidentemente el entorno no es ajeno a cómo se interiorizan estas vivencias.

  • Cómo expresamos. Y aquí aparecen los deseos, las fantasías y las conductas. Todo un repertorio o catálogo, que puede ser individual o compartiendo con otra u otras personas. En este último caso la confluencia de dos deseos y el consentimiento serán piezas imprescindibles.


Supongo que queda claro que los tres registros se conjugan en plural. Muchas formas de construirse, muchas de vivirse y otras tantas de expresar la sexualidad.


¿Qué pasa si negamos la sexualidad de los jóvenes con DF y se la prohibimos?


No es posible negar la sexualidad, y tampoco prohibirla. Se podrá dejar rodeada de silencio, se podrán prohibir las conductas sexuales. Pero, ¿Cómo negar o prohibir los cuerpos, el desarrollo, las erecciones, la menstruación, etc.? ¿Cómo negar o prohibir que las personas tengan su propia identidad sexual y orientación del deseo? ¿Se pueden prohibir los deseos?


En definitiva, lo que está en juego no es la sexualidad, si no si una persona con DF, puede aprender a conocerse más y, por tanto, a preocuparse menos. A sentir que puede expresarse como es y que se le quiere de ese modo o tener que vivir con miedo. Y a que si afloran los deseos o las conductas, éstas pueden ser fuente de bienestar y no de complicaciones.


Pero, por mucho empeño que alguien ponga, la sexualidad no se puede negar. Y si alguien camina en esa dirección que sepa que lo único que logrará será que se viva como problema



¿Cómo ayudar desde casa y centro educativo a la sexualidad de los jóvenes

 con DF? 


Tanto las familias como los centros educativos han de contribuir a educar y atender la sexualidad. Desde mi punto de vista no es opcional. Es cuestión de coherencia. Se ha de educar a la persona completa y eso incluye “lo sexual”. Si además queremos que aprendan que cuenten con nosotros, esto no es posible, en la esfera de la sexualidad, si se deja ésta rodeada de silencio.


Cada cual jugará su papel, pero el horizonte, tanto para familiares como profesionales, es el mismo: contribuir a que aprendan a conocerse, a aceptarse y a expresar la sexualidad de modo que resulte satisfactoria.


Esto puede parecer complicado pero no lo es. Solo requiere de empeño, sentido común y coordinación. La Educación Sexual se lleva muy mal con los secretos.


¿Qué podemos hacer cuando comienzan a mostrar interés por la masturbación y otras conductas sexuales?


No hay una única respuesta. Si antes de estas conductas ya hemos hablado de más cosas, ahora lo tenemos más fácil. Si resulta que a partir de estas primeras conductas hay que empezar de cero la cosa está algo más complicada. Pero en ningún caso eso debe desanimar. La opción mala siempre es la de no hacer nada o mirar para otro lado. 


La primera clave es afrontar la situación, después tratar de entender qué significa la masturbación que, evidentemente, será muy similar a lo que significa en sus iguales. Quizá un elemento que la puede hacer distinta es que algunas personas con discapacidad intelectual no han interiorizado normas sociales.. 


A partir de ahí tocará hablar de intimidad, respeto, control, estímulos, legitimidad, etc. 


Y en situaciones de falta de control (masturbación en público, tocar el pecho de una mujer sin permiso, etc. ) ¿Qué hacemos? 


Justo la gran clave es esa, pregunta: ¿qué hacemos? Así, en plural. Y no ¿qué hago? No sé lo que habrá que hacer pero habrá que hacerlo unificando criterios y pautas entre el entorno familiar (no vale solo el padre, la madre u otro familiar) y el entorno educativo (no vale con un único profesor o profesora)


Evidentemente cada caso es único y no hay una única solución. Pero de un modo u otro habrá que poner límites. En un caso, como la masturbación en público, que se presenta de manera inadecuada para que pueda encauzarse al terreno de lo privado. Y en otro para que lo que se hace, tocar pechos sin permiso, se deje de hacer.


En cualquier caso el objetivo no es simplemente que deje de hacerlo o que deje de hacerlo delante de nosotros o nosotras. El objetivo es que aprenda la diferencia entre lo prohibido y lo íntimo y que no basta con que a él o ella quiera para poder hacer las cosas.


Pero si no comprenden nuestro lenguaje, ¿Cómo les ayudamos? 


No toda la Educación Sexual requiere de lenguaje verbal. Por ejemplo, es educación sexual respetar el cuerpo des nudo de una persona con DF. Tratando de que cuando se le prestan los apoyos en el aseo, en el cambio de pañal o en el cambio de ropa estén solo las personas que hagan falta y aprenda que a su cuerpo desnudo solo acceden ciertas personas y que anticipan lo que van a hacer. El que no ponga mala cara no es una excusa para estar delante como el que no pregunten no es tampoco excusa para no hablar de sexualidad. Aprender que tu cuerpo merece consideración es mucho más importante que aprender los mecanismos de la reproducción.


De todos modos con muchas personas con DF donde el lenguaje verbal es complicado utilizamos sistemas aumentativos de comunicación. ¿Por qué no deberían servirnos para la Educación Sexual? Pensemos en los pictogramas. ¿No se nos ocurre cómo utilizarlos para que aprendan muchas cosas relacionadas con la sexualidad?


¿Cómo afrontamos el tema "parejas"?


Antes de hablar de parejas, en las que será necesario hablar de relaciones equilibradas e igualitarias, estaría bien ponerse de tarea que las personas con DF aprendan a relacionarse con sus iguales de ese mismo modo. De manera equilibrada e igualitaria. Aprendiendo a expresar opinión y preferencias, pero también aprendiendo a respetar otras opiniones y otras preferencias. Aprendiendo a convivir.


Esto se dice muy rápido pero no es sencillo de aprender si no se tienen redes sociales y posibilidades de interacción. Por lo que la tarea apunta en la de tratar de que las personas con DF tenga amigos y amigas y no solo las personas con las que comparten sitio en el autobús, el aula o el comedor.


Aprender habilidades sociales para relacionarse con los iguales, o con la posible pareja, está muy bien pero no es suficiente. También es necesario aprender que la pareja no es una obligación. Que se puede ser feliz sin pareja aunque el final de los cuentos o las películas no hablen de esto. Es imprescindible que demos visibilidad a esta realidad. Que nadie sienta que le falta algo si no tiene pareja. Un aprendizaje que también les vendría muy bien a las personas neurotípicas


Alguna observación final? 


Ya no es posible el debate sobre si existe la sexualidad o no de las personas con DF. El único debate posible es si la atención o la educación a su sexualidad es buena, mala o regular. Siendo consciente que cada alternativa nos lleva a un sitio distinto.


Nos gusta mucho hablar de Calidad de Vida, de Bioética y de la convención de los derechos de las personas con discapacidad. Lo que debiera significar una apuesta decidida por la educación sexual buena, la misma que para sus hermanos y hermanas. La que huye del silencio, la que se conjuga en plural, la que es proactiva (no espera a que haga falta porque ya sabe que hace falta)  y la que no tiene miedo a hablar de apoyos cuando estos son necesarios.






Comentarios

  1. Me parece muy interesante lo que planteas y complicado también ya que en la escuela en general se omite la sexualidad como si no existiera y se reduce a órganos, reproducción, etc. Un abrazo

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