Hola queridos terrícolas!
Hoy tenemos una entrada dedicada a nuestros queridos dientes. Esos grandes amigos que trituran nuestras galletas favoritas, nos ayudan a cortar esa carne a veces no tan tierna y nos permiten producir ciertos sonidos al hablar.
No nos damos cuenta de lo importantes que son hasta que comienza el riesgo de perderlos. La peor pesadilla de cualquiera.
Como sabéis los buenos hábitos se forjan desde la más tierna infancia, esa época fácil en la que no existen preocupaciones, y mucho menos la consciencia de la necesidad de lavarse los dientes. Por ello será nuestro objetivo convertir esta tarea en algo menos "rollo" de los que puede ser. O por lo menos añadirle un toque motivante, especialmente en aquellos casos en los que el momento de lavarse los dientes puede ser una completa odisea.
Una manera de motivar es el uso de recompensas. Por ejemplo, un ratito en la tablet, un cuento, o que cada quien elija. Por "cada quien" me refiero al destinatario de la recompensa ;)
A continuación veréis un ejemplo. En este caso he incluido la merienda porque muchas veces mi hijo no come en casa y hacemos el cepillado después de merendar. La recompensa es un poco de tablet. También puede escoger un cuento, pero sinceramente, nunca lo hace.
Desde que usamos esta tabla los berrinches han disminuido. Este apoyo visual le ayuda a entender que si se la va los dientes tendrá una recompensa y parece que le merece la pena el esfuerzo.
Aquí os dejo nuestra tabla por si alguien la quiere descargar o hacerse la suya personalizada a partir de ver esta idea.
Un abrazo y a seguir disfrutando del verano.
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