Hoy comparto una idea bastante conocida en el mundo de la educación espacial: el uso de los tapones para elaborar materiales manipulativos más motivadores para nuestro alumnado.
La verdad es que al llegar a la adolescencia los niños y niñas con dificultades de aprendizaje suelen estar cansados de las arduas tareas escolares, y digo arduas ya que para ellos suelen serlo.
Ejercicios que pueden parecer sencillos para nosotros requieren un enorme esfuerzo para ellos y acaban produciéndoles grandes frustraciones al carecer de éxitos académicos, adquiriendo un elevado rechazo hacia los aprendizajes.
Una buena estrategia es el "aprendizaje sin error", como su propio nombre indica, permite a los niños acceder a los aprendizajes sin encontrar las dificultades que normalmente encuentran en actividades demasiado difíciles para ellos. Normalmente los adultos somos bastante ambiciosos. En cuanto un niño alcanza un escalón queremos empujarle hacia el siguiente sin tener en cuenta que quizás el proceso de elevar el pie le ha producido gran cansancio a la par que aburrimiento.
Es muy importante el escalón de refuerzo, que se basa en darle un respiro al alumno y dejar que gane en confianza con actividades que no supongan un reto para él. Simplemente que pueda ejecutar tranquilamente sin la presión del inminente error. Debemos situar la actividad planteada en su nivel y dejar que disfrute del triunfo, para después, tras insuflarle el aire de la confianza pueda acceder al siguiente escalón liviano y lleno de autoestima, con esa extraña sombra que non confiere las ganas de aprender.
La verdad es que es bastante común querer que nuestros alumnos progresen a toda costa, sin pensar demasiado en ellos mismos, a mí me pasa constantemente, y es en la práctica del aula cuando comprendo que no son ellos los que se deben adaptar a mis planteamientos, si no más bien al contrario.
Esta introducción es la justificación a este material. Menos fichas y más manipulación, o por lo menos más equilibrio. Reflexionando y viendo el coste cero de este material me pareció una buena manera para variar las actividades y motivar a los alumnos.
No diré que los niños hicieron una fiesta cuando los vieron, ni que montaron miles de palabras. Confieso que alguno no llegó a completar ni una palabra, pero ese "No, no, no, no" inicial que siempre escucho al apoyar el trabajo en sus mesas sonó mucho más bajito que de costumbre. Vamos por buen camino.
Mucho ánimo, y por favor quién tenga más ideas ruego que las comparta.
es unha crack cuña, estou orgullosa de q sexas a mamá do meu sobri!!
ResponderEliminarMoitas grazas, así da gusto. Tamén ten Sorte ca tía.
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